TRIBUS DE ETIOPÍA – DONDE TODO ES KONJO

«Konjo» es una de las palabras más utilizadas en Etiopía, significa «bonito», «bello».  «Konjo»es Etiopía y «Konjo» son sus tribus.

En la anterior entrada, Etiopía – Niños Mingi – De Camino a las Tribus , os contaba mi deseo cumplido de visitar África Subsahariana, el trayecto realizado hasta llegar a las tribus de Etiopía, así como una visita muy especial, a un lugar muy especial, con unos niños muy espaciales, Los Niños Mingi. En esta entrada, sin embargo, os voy a hablar de diferentes tribus, mercados, datos prácticos…

Tribus de Etiopía

Al sur del país y a orillas del río Omo existen multitud de tribus ancestrales, unas más accesibles que otras, otras más salvajes, casi todas acostumbradas a los turistas, pero todas bellas.

El número de tribus en esta zona es amplísimo, siendo algunas de ellas realmente accesibles desde pueblos como Jinka y Turmi.

Como comentaba en la anterior entrada , para visitar el sur de Etiopía es necesario contratar un 4×4 con conductor. Es la única manera de poder acceder a las tribus. En algunos casos, como en la Tribu Mursi, es necesario contratar un guía que hable su lengua, y no, no es amhárico, aquí cada tribu habla su propio idioma.

Durante la preparación del viaje hice un estudio exhaustivo de qué tribus podía visitar y cuáles no, ya fuera por cuestión de tiempo o lejanía. Disponía de 9 días en el sur del país , por lo que se hacía inviable poder visitar alguna de las tribus más deseadas por cualquier fotógrafo o viajero, como son los Surma, puesto que hay que dedicar al menos 3-4 días para visitarlos.

Etiopía es un autentico paraíso para los amantes de la fotografía y los retratos, aunque tened  la cartera a mano, ya que hay que pasar por caja y desembolsar unos pocos Birr –Moneda local de Etiopía– por cada foto que quieras hacer – al cambio es una cantidad irrisoria –. Podríamos entrar en el debate de si ésto rompe la magia o autenticidad del lugar, y yo te hago una pregunta, ¿te gustaría ser sacado de tu casa para ser fotografiado?, a mí no. Además, esta situación no es culpa suya sino nuestra.

¿Qué tribus visité?

Tribus de Etiopía – KONSO

No esperes indumentarias estrafalarias, con grandes adornos, armas de fuego, ni lanzas… Esta tribu se caracteriza por sus poblados amurallados y sus cultivos en cuidadas terrazas sobre altas colinas. Su gente es afable y risueña, son grandes artesanos y se afanan en demostrártelo a tu llegada.

Es una tribu donde hacer fotos no supone un problema, la visita es agradable, pero sabe a poco, ya que aunque es una tribu como tal, no es el prototipo de tribu que nos ha traído hasta esta parte del mundo.

Tribus de Etiopía – Mursi

Sin duda, junto a los Surma, los más conocidos y deseados por cualquier viajero.

Se caracterizan por el plato que portan las mujeres en el labio inferior. Toda mujer de la tribu ha de llevarlo, de lo contrario será marginada y no tendrá ningún derecho, ni tan siquiera a contraer matrimonio. El tamaño del plato es un indicativo del valor como mujer. Aquí sí que importa el tamaño.

Es una tribu bastante salvaje y agresiva, son comunes los problemas con otras etnias. También es conocida la tan polémica lucha del Donga, donde dos jóvenes luchan con palos por prestigio y poder.

Es cierto que quizás sean los más espectaculares de ver, pero a la vez te hacen sentir incomodo desde el primer momento que llegas a su aldea, son constantes los pellizcos e insistentes llamadas de atención para ser fotografiados, a cambio de un Birr.

Estas dos últimas fotografías son un fiel reflejo del carácter de los Mursi, donde prácticamente existe un arma «por barba», incluso se puede ver como son portadas por niños sin ningún tipo de pudor.

A pesar de esto, he de decir que en ningún momento me sentí intimidado, ni atemorizado.

Tribus de Etiopía – Dassanech

Llegaron hace más de 200 años desde Kenia y se asentaron en la frontera entre ambos países, son una de las tribus más pobres. Su subsistencia diaria depende del ganado y cultivos. Tienen un gran hándicap… vivir en una de las zonas más áridas de la región.

Para llegar al poblado hay que cruzar el río Omo en una canoa de madera, hecha a mano.

Se caracterizan por sus curiosos adornos, hechos con multitud de chapas de botella.  Además de unos cuantos birr, para poder hacer fotos lleva contigo alguna chapa, en esta tribu son más valiosas que una simple moneda.

Tribus de Etiopía – Karo

Sin lugar a dudas es la Aldea más bonita de las que visitamos, no por el poblado en sí, sino por el impresionante paraje donde se encuentra este asentamiento. Se encuentra construido sobre la desembocadura del río Omo y desde la aldea se puede disfrutar de estas maravillosas vistas.

La etnia Karo se encuentra en serio peligro de extinción, cuenta con tan sólo unos 1.000 miembros. Su población ha sido mermada debido a continuas luchas con tribus vecinas.

Destacan por la caliza blanca que lucen en sus cuerpos, esto denota gran belleza y, en algunos casos, es símbolo de haber realizado una gran hazaña, por ejemplo haber matado un gran animal u otro hombre rival.

Aunque en la mayoría de las tribus sólo se puede contraer matrimonio entre miembros de la misma, en la tribu Karo existe una excepción, los hombres Karo pueden casarse con mujeres Hamer, esto es gracias a la gran relación que existe entre ambas tribus.

Quizás aquí fue donde más cómodos nos sentimos, en la que más interactuamos con los nativos de la aldea y donde pudimos sacar fotografías de un manera más relajada.

Tribus de Etiopía – Hamer

Una de las tribus más visitadas, tanto por su riqueza cultural y multitud de ancestrales tradiciones, como por su fácil accesibilidad.

Es una de las tribus más hospitalarias con el forastero, llegando a permitir, previo pago, la asistencia a su ceremonia estrella, el famoso «Bull Jumping» .

Tanto ellos como ellas destacan por su belleza, ellas lucen en el pelo una capa de arcilla ocre con un olor bastante fuerte. Son polígamos, la primera mujer se diferencia del resto por el tipo de collar que porta al cuello. Ellos también lucen elementos decorativos, como elegantes plumas sujetas por el cabello.

Tuve «suerte», si es que se puede llamar así,  y durante nuestra estancia en Turmi se celebraba la famosa ceremonia «Bull Jumping». Pensaréis «Eso debe de ser como los recortadores de toros ¿no?» . Pues no, es bastante más terrible que eso.

Es un ritual que todo varón de la tribu debe realizar para pasar de la niñez a la edad adulta y así optar a una mujer en el futuro.

Las mujeres de la familia se ofrecen a ser golpeadas con varas, estos golpes provienen de hombres, miembros de otras familias. El hecho de ser golpeadas denota respeto hacía el saltador, y las cicatrices, un mayor o menor estatus dentro de la tribu. Sí, estáis leyendo bien, pero lo más difícil de digerir es que el Gobierno ha intentado erradicar esta práctica, aunque sin éxito, debido a la oposición de las mismas mujeres de terminar con esta tradición.

El espectáculo es terrible, difícil de comprender y de soportar.

Esto es lo más brutal y duro que he presenciado nunca, te hace preguntarte «¿por qué existen este tipo de tradiciones? y ¿por qué siempre son las mismas víctimas las que lo sufren?».El varón debe saltar una serie de toros, colocados en fila, sin perder el paso, de lo contrario deberá de esperar hasta el siguiente año. De conseguirlo, significa que ya se encuentra preparado para elegir una mujer y contraer matrimonio.

Tribus de Etiopía – Arbore

Éste fue el último poblado antes de poner rumbo a el Lago Chamo. Ya llevábamos unas cuantas tribus a nuestras espaldas 🙂 , aunque el factor sorpresa cada vez era menor, siempre encontrábamos en cada aldea y en cada tribu algo diferente. En la tribu Arbore incluso dimos con el paradero del gran Barragán.

Bromas a parte, decir que fueron realmente afables con nosotros y resultó ser una guinda perfecta a esta increíble inmersión étnica.

Es una tribu musulmana mayoritariamente. La mujeres destacan por sus coloridos colgantes, símbolo de belleza, así como por sus atuendos, indicativos, éstos, del estado civil de la mujer. Toda aquella que portara una falda de cuero era señal de ser una mujer soltera, sin embargo, toda mujer con una falda de tela, delataba que había ya contraído matrimonio.

Han sido constantes las luchas del pueblo Arbore con tribus vecinas por el territorio de pasto y cultivo, principales recursos también aquí.

Tribus de Etiopía – Lago Chamo

Con un enorme palo de madera iba retirando la maleza y haciendo avanzar la pequeña embarcación. A nuestro paso, cocodrilos, hipopótamos, pelícanos, flamencos, y un sin fin de fauna difícil de identificar. No podría enumerar la cantidad de diferentes especies de ave que habitan en este lugar.

Este maravilloso lugar es  el Lago Chamo, en el parque natural de Nechisar. A este hermoso y pintoresco lugar se llega desde la población de Arba Minch.

Mercados

Visitar los mercados es una atracción obligada si visitas el sur de Etiopía. Al celebrarse tan sólo uno o dos días a la semana, recomendaría que cuadres tu ruta en base a los días de mercado. Aquí los mercados destacan por la venta de ganado, utensilios hechos a mano por los propios miembros de las tribus y todo tipo de comestibles.

Los principales mercados que visitamos fueron:

• Key Afer Market – Se celebra los jueves de cada semana, en él podemos disfrutar de tribus como Ari, Bana y Hamer. Su principal característica es la venta de ganado.

• Dimeka Market – El día elegido para celebrar este mercado es el sábado, tanto vendedores como compradores son miembros de las tribus Hamer, Karo y Bana. Colgantes, vasijas de barro, utensilios de cocina hechos a mano… es lo que puedes encontrar aquí.

• Dorze Market – Donde también poder disfrutar del pueblo Dorze y sus pintorescas casas. Se celebra los lunes, destaca por su colorido y su gente afable. Este es un mercado meramente alimenticio.

Desde aquí pusimos rumbo al norte del país, dejando atrás las tan ansiadas tribus de Etiopía. Aún quedaba la mitad del viaje por disfrutar, aunque era como si ya hubiese terminado, al menos teníamos esa sensación tristona. Lo que sí era cierto es que había finalizado un viaje en el tiempo – como de siglos atrás – , dentro del propio viaje.

 

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