Sur de la provincia de Badajoz:tierra de ibéricos y pasado árabe-judío

Las comarcas de Campiña Sur y Tentudía son tierra de ibéricos. Es característico de esta zona ver piaras de cerdos campar a sus anchas por la dehesa, no en vano Extremadura tiene la mayor extensión de dehesa de España. Lo de pasear rodeado de cerdos era algo novedoso para mí, al igual que la historia de la zona. Poblaciones como Llerena tienen un pasado árabe y judío tan apasionante como misterioso. También se puede encontrar aquí un rico legado cristiano ( monasterios, ermitas, conventos…) y minero.

Qué ver y qué hacer en la provincia de Badajoz: Campiña Sur y Tentudía

Para visitar las comarcas de Campiña Sur y Tentudía centramos nuestra base de operaciones en Llerena.

LLerena

Bien podría pasar por un pueblo de su vecina Andalucía. El blanco de sus calles oculta su pasado árabe. Pasado que se deja entrever en alguna de sus fachadas, descubriendo el rojo del ladrillo, tan común del arte mudéjar.   

De LLerena es fácil destacar su Plaza Mayor, donde destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Granada. Una iglesia con una fachada fuera de lo común, resultado de una mezcla de estilos arquitectónicos. El pasado islámico de Llerena es aquí muy evidente: además de su impresionante torre gótico-mudéjar, existen estrellas de 8 puntas en su interior que simbolizan el paraíso del islam. La originalidad de esta iglesia es visible también en su interior: la Virgen de tez negra simboliza el incendio que destruyó parte de la iglesia, durante la guerra civil, a causa de una bomba.

La historia de LLerena no me dejó indiferente. En una población donde vivieron más de 600 familias judías se estableció el tribunal del Santo oficio de la Inquisición – el tercero de España en importancia -.

También podemos visitar la biblioteca pública municipal, “Arturo Gazul”, construida sobre la antigua capilla del hospital de San Juan de Dios. Desde su interior se puede observar la cripta de la antigua capilla y decenas de calaveras expuestas a través de una cristalera.

No dejes pasar la oportunidad de visitar también la Parroquia de Santiago Apóstol. Se cree que fue una mezquita con anterioridad. Uno de los argumentos es su orientación hacia oriente. En un primer momento sorprende por su austeridad, pero no es del todo real: capas de cal en las paredes y techos cubren magníficos frescos y auténticas obras de arte, «echadas a perder» por irresponsables párrocos del siglo XX.

Por todo este patrimonio que ostenta, el centro histórico de LLerena fue declarado Conjunto Artístico en 1966.

La base de la economía de LLerena va más allá del turismo y la hostelería. También se fundamenta en una conocida empresa textil y en Jamón y Salud: empresa que sacrifica más de 42.000 cerdos al año y que puede presumir de ostentar La Espiga de Oro – reconocimiento al mejor jamón extremeño -.

Mina la Jayona

Monumento natural situado en la sierra de Jayona, en el municipio de Fuente del Arco. Esta antigua mina de hierro fue explotada entre 1900 y 1921, aunque se piensa que fue aprovechada mucho antes por los romanos. En ella trabajaron cerca de 400 personas. Tras las guerra civil se intentó recuperar sin éxito, debido a los grandes saqueos de maquinaría que se habían producido durante ese tiempo.

Gracias a su recuperación ambiental  puede ser visitada – previa solicitud en el ayuntamiento de Fuente del Arco – siendo uno de los grandes atractivos de la zona. En su interior se puede disfrutar de una de las fallas más visibles de Europa.  El recorrido es corto pero suficiente para hacerse una idea de cómo funcionó y las condiciones en las que se trabajó aquí. Oficialmente no murió ninguna persona en su interior, pero entre los habitantes del municipio sí se registraron misteriosas muertes por aplastamiento de cráneo.

Ermita de Nuestra Señora del Ara

Cerca de Fuente del Arco se encuentra esta maravilla que tan sorprendidos nos dejó. Cuando nos dijeron que visitaríamos «La capilla Sixtina de Extremadura» nos pareció otra excentricidad de la gente local, tan amantes siempre de lo suyo. En esta ocasión no exageraron lo más mínimo. La belleza de la ermita se encuentra en su interior: frescos realizados por al menos 6 pintores representan imágenes del Génesis e inundan paredes y la bóveda de cañón. Pinturas realizadas desde el siglo XIV y conservadas hasta nuestros días sin necesidad de restauración.

No me caracterizo por ser una amante de Iglesias, ermitas o catedrales, pero he de reconocer que esta ermita me dejó fascinado.

Monasterio de Tentudía

Situado en el punto más alto de la provincia de Badajoz, en el Pico de Tentudía, a 1.100 metros de altitud. Se accede desde el municipio de Calera de León. El monasterio se encuentra en una situación privilegiada. Las vistas a las dehesas y a la sierra desde este punto hacen que el tiempo se detenga por un instante, como sucedió hace ocho siglos. Cuenta la leyenda que el maestre de la orden de Santiago, el capitán Pelay Pérez Correa, luchaba contra los árabes. Su objetivo era derrotarlos antes del ocaso. Al ver que el tiempo se le terminaba imploró a la Virgen: «Santa María, detén tu día». El sol se detuvo en el horizonte y los cristianos consiguieron la victoria. Tras este milagro ordenó construir el monasterio de Tentudía.

Museo del jamón

Si eres un amante del jamón, puedes terminar la visita de la zona en este museo. No, no es el museo del jamón de Madrid, éste es el de verdad 🙂 Aquí aprenderás todos los secretos de este delicioso manjar: tipos de bellota, cerdos, jamones, etiquetados, partes del cerdo y un largo etcétera.

Nosotros terminamos la visita de la mejor manera posible, con el campeón del mundo en el arte de cortar jamón. Ah, y nos lo comimos por supuesto:)

Este museo se encuentra en la localidad de Monesterio.

Espero haberte ayudado con esta serie de consejos sobre qué ver y qué hacer en la provincia de Badajoz. Una provincia que me sorprendió por su gastronomía, verdes dehesas, historia y legado histórico.

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