Qué ver en Logroño en un día, además de la calle Laurel

Tú que has decidido visitar la ciudad por excelencia del vino y que habrás oído hablar de la famosa calle Laurel, querrás saber, imagino, qué ver en Logroño y qué hacer aparte de tapear y beber vino. Te damos una serie de ideas para visitar Logroño en un día.

Qué ver en Logroño

Capital de La Rioja que fue disputada por diferentes reinos de la Península Ibérica. Una ciudad rodeada por el río Ebro, siendo una de las localidades más importantes por la que transitan los peregrinos que realizan el Camino de Santiago.

Pero si por alguna razón Logroño tendría que ser reconocida a nivel mundial, es por poseer una de las calles de tapeo más increíbles de España, la calle Laurel. Y por si no fuera suficiente con este monumento de calle, pasamos a enumerarte todos los imprescindibles que ver en Logroño.

 

Concatedral de Santa María de la Redonda

Está construida sobre una antigua iglesia románica. Según algunos estudios, la antigua iglesia tenía forma de círculo, de ahí el origen de su nombre, Santa María de la Redonda. Su fachada llama la atención por las dos torres barrocas que reciben el popular nombre de «torres gemelas», a pesar de que una de ellas es un par de metros más alta que la otra.

Paseo del Espolón – Monumento a Espartero

Oficialmente llamado Paseo del Príncipe de Vergara, en él se encuentra la estatua ecuestre del general Baldomero Espartero. Durante muchos años fue el centro de la ciudad. Es una de las plazas más emblemáticas.

También se encuentra la Concha del Espolón, que sirve de escenario en las fiestas de San Mateo – semana natural del 21 de septiembre – para llevar a cabo la ofrenda del primer mosto de la temporada de vendimia a la Virgen De Valvanera, patrona de La Rioja.

Calle Portales

Es una de las calles comerciales más conocidas del casco histórico. En ella se encuentran afincadas tiendas de antaño, como la centenaria confitería “La Mariposa de Oro».

Ha tenido otros nombres como Rua de las Tiendas, calle de la Herventia, calle de la Constitución… Y así sucesivamente hasta 1979, año en el que el alcalde, junto el resto de grupos políticos, decidieron ponerle el nombre actual, nombre que se debe a los soportales que ocupan parte de su acera.

Y te estarás preguntando que entre todo lo que hay que ver en Logroño cómo es que te recomendamos una calle, pues sencillo… porque esta calle define a la ciudad.

Puente de Piedra

Es un símbolo importante en Logroño. Además de aparecer  en el escudo de la ciudad, jugó un papel esencial en la consolidación del paso del Camino de Santiago por la capital riojana.

El puente se levantó sobre un vado, cruce natural que servía para salvar el río. Etimológicamente esto daría el origen del nombre de la ciudad, de raíz Celta – «illo gronio»: el vado, el paso -.

Paseo de la Florida

Con sus más de 7.000 m2, este paseo sirve de enlace entre el parque del Ebro, parque de la Ribera y parque de la Iregua, convirtiéndose así en el pulmón de la ciudad. Si tienes tiempo, puedes disfrutar de un agradable paseo a la vera del río Ebro.

Puente de Hierro

Llamado también Puente de Sagasta, es el puente más antiguo y largo de los 4 puentes que se encuentran en la ciudad – todos atraviesan el río Ebro –. Fue construido, en 1881, por la empresa La Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona, y abierto al público un año después. Durante muchos años fue la entrada principal a la ciudad y la conexión con la vía férrea.

Plaza Santiago – Plaza de la Oca –

Esta plaza se encuentra situada al lado de la Iglesia de Santo Domingo. Recibe también el nombre de Plaza de la Oca, ya que en el suelo de la plaza se encuentra dibujado un juego de la Oca con distintas localidades y etapas de la Ruta Jacobea.

Calle Rua vieja – Calados De Rua Vieja –

Esta calle es otro de los lugares que no debes perderte, si no sabes qué ver en Logroño. Está repleta de símbolos del Camino. Caminar por esta calle es viajar en el tiempo.

Pero lo asombroso de esta calle es lo que esconde debajo de las casas, los Calados, que es el nombre que reciben las bodegas asentadas bajo las casas. El Calado de San Gregorio es uno de los más grandes y antiguos – es del siglo XVI –.

Un dato curioso es que, en 1583, una orden del ayuntamiento prohibió el paso de carruajes por la calle Rua Vieja para no deteriorar los vinos que reposaban bajo el suelo.

Teatro Bretón de los Herreros

Fue inaugurado el 19 de septiembre de 1880 y está situado en el casco antiguo de la ciudad de Logroño. Construido por D. Félix Navarro, quien se inspiró en el teatro de Gijón.

El 18 de noviembre de 1896, el teatro fue el protagonista de la primera proyección cinematográfica en Logroño. Es uno de los centros de exhibición más importantes de España.

Museo de la Rioja

Conocido también como el Palacio de Espartero, porque es aquí donde se alojó cuando se retiró de la vida política. Es de estilo barroco y construido en el siglo XVIII. Aquí podrás encontrar exposiciones temporales y permanentes, así como conocer la historia de La Rioja y adentrarte y profundizar en la cultura riojana.

Café Moderno

Es el café más famoso de Logroño, con más de 100 años de antigüedad. Abrió sus puertas de la mano de Don Francisco, en el año 1916. Tuvo varios nombres antes del actual y pasó por las manos de diferentes dueños. Su primer nombre fue Café Madrid, más tarde recibió el nombre de Café Novelty y Café Oriental. Terminó con la saga de nombres recibiendo el actual de Café Moderno, bautizado por Mariano y Matilde. Más tarde pasó a manos de su hijo Juli, que puso de moda los bocatas de calamares en el bar, bocadillos que no puedes perderte, por cierto. A día de hoy lo regenta la terecera generación familiar.

Estos son algunos de los acontecimientos del bar: Fue visitado por Alfonso XIII. Fue testigo de los momentos duros de la guerra. Fue escenario de películas. Llevó las primeras mesas de billar y futbolines a Logroño. Y también el primer grifo de cerveza de barril o la primera cafetera express.

Como curiosidad cabe decir que tiene su propio himno, “Fibra de pájaro”, de Daniel Bravo, que suena cada viernes y sábado por la noche.

Este imprescindible que ver en Logroño se encuentra en la Calle Francisco Martinez Zaporta 7.

Qué hacer en Logroño

Tapea y testea la gastronomía riojana en la calle Laurel

«Si todos los caminos conducen a Roma, en Logroño te llevan a la calle Laurel.»

Visitar Logroño y no ir a la calle Laurel es todo un pecado. ¿Qué tiene de particular esta calle? Pues que es aquí donde se concentran las especialidades gastronómicas típicas de La Rioja, así como una fuerte presencia de la cultura del vino. En esta calle y en las aledañas se reúnen turistas y autóctonos a la hora del vermú, comida y cena para degustar pinchos elaborados con productos de la tierra, y maridados con vinos de la zona. Cada bar tiene su especialidad.

También la llamaban la «senda de los elefantes» porque aquellos que trataban de tomar un vino en cada bar acababan con una buena trompa.

En la página oficial de la calle Laurel obtienes información detallada de qué bares puedes encontrar, además de las especialidades de cada uno, e incluso una guía de tapas veggies para que sepas en qué establecimientos las puedes degustar.

Nosotros estuvimos en el mítico El Soriano – Nuestro preferido. Su especialidad son los champiñones -. Bar Calderas – especialidad: deliciosos torreznos y bocatas de calamares -. Bar Ángel – especialidad: champiñón -. Bar Pagános – especialidad: pinchos morunos -. Y tampoco debes perderte el Blanco y Negro, que presume de ser el bar más antiguo de Logroño.

Estos son sólo una pequeña selección. Cuando volvamos a visitar Logroño en un fin de semana, dedicaremos más tiempo a explorar otras especialidades y bares. Si solo tuvieras tiempo para realizar una cosa en la ciudad, ir a la calle Laurel sería el imprescindible que no debes perderte en Logroño.

Haz una cata maridaje de vinos por la calle Laurel con el Educador en Vinos

Una de las cosas que hacer en Logroño es recorrer la calle Laurel con un experto enólogo. Nos parece una forma más cercana y divertida de iniciarse en el conocimiento del vino. Esto lo puedes hacer con José, el Educador de vinos, y su curso de iniciación a la cata . Este curso tiene una duración aproximada de 2h. Podrás probar 6 vinos y 6 pinchos, con un precio de 30 euros. ¡No te arrepentirás! José, además de ser un gran experto en vino, conoce muy bien la calle Laurel. Nunca antes había sido tan divertida una clase teórico-práctica.

Conoce de cerca la cultura del Vino en las Bodegas Ontañón

Visitar esta bodega-museo podría decirse que es otro de los imprescindibles que ver en Logroño. Es un templo del vino, abierto al público desde hace más de 30 años.

Pertenece a la familia Perez Cuevas. En ella se mezcla arte, historia y gastronomía. El artista de esta galería de arte, Miguel Ángel Sáinz, sabe cómo unificar la mitología y la cultura del vino con sus obras. Pasearás entre vidrieras, esculturas, cuadros, además de hacerlo entre botellas y barricas.

En la fachada principal de la bodega, Ganímedes, el copero de Zeus, te da la bienvenida. Es una figura importante en la bodega, «el nexo de unión de la expresividad artístico mítica de la bodega con el mundo exterior».

Una de las esculturas que más nos llamó la atención fue la de Perséfone, la madre de Dioniso, el Dios del vino, donde nace la mitología de la bodega.

Tuvimos la suerte de disfrutar de la visita guiada de la mano de Jesús Arechavaleta Fernández, que con gran pasión nos contó la historia y características del vino que se produce en esta bodega.

Para cualquier otra modalidad de visita a la bodega, puedes consultar y realizar reserva previa directamente en su web. Incluso se pueden escoger visitas en familia, donde los más pequeños se iniciarán en la cultura del vino a través de una cata de mostos. También conocerán las historias de los personajes del cuento infantil de «Ontañón y el laberinto de las 3 P».

Compra productos típicos de la tierra en la Plaza de Abastos

Como grandes apasionados de todos los mercados, este no podía faltar en nuestra guía sobre qué ver en Logroño. Llamado también mercado de San Blas. Fue inaugurado en 1930, y realizado por el arquitecto Fermín Álamo. Alberga productos de la tierra de las mejores calidades.

Sus paredes esconden historias y curiosidades del mercado, reflejadas con imágenes de antaño que contrastan con las de la actualidad.

Muere de placer con los dulces de La Mariposa de Oro

Pedro Gómez Valdemoros aprendió el arte de endulzar paladares en la extinta pastelería Pombo, en 1930. Pedro decidió abrir su negocio en la Calle Portales, bajo el nombre de «La Mariposa de Oro».

La tienda mantiene su ubicación y decoración original. Sus especialidades son los canutillos y milhojas, realizados por sus hijos, ¡están deliciosos! Puedo decir que es el mejor milhojas que he probado jamás. Cada uno cuesta 3 euros. Se realizan por encargo.

A que tú también habías pensado, antes de leer este post, que no había mucho que ver en Logroño, pues haznos caso y acércate a descubrir La Rioja y su capital.

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