8 días en las indómitas Tierras Altas de Islandia

¡Advertencia! Si tu deseo es hacer un viaje convencional a Islandia, éste no es el lugar idóneo para encontrar la información que necesitas. En este artículo te vamos a narrar la otra Islandia: la mística, la indómita, la desconocida, la aventurera… las Highlands de Islandia – Tierras Altas de Islandia –. ¿Te quedas? Bien hecho.

 Todo viaje que se precie tiene su banda sonora, la de Islandia es Sigur Rós. Pulsa el play para amenizar la lectura.

Antecedentes

Ya conocía Islandia, un viaje allá por el año 2012. Consistió en bordear la isla por la carretera conocida como Ring Road. Había ya turismo, algo más intenso en la parte sur de la isla. Pero también había días en los que cruzarte con otro vehículo era una novedad. Recuerdo estar completamente solo en la playa de Vik, o en la cueva de Grjótagjá, por poner algunos ejemplos. Aún no se había estrenado la serie que tanto ha contribuido a la masificación turística en ciertos lugares: Juego de Tronos.

Los días previos, en esos días de preparación de viaje donde todo te parece tan complejo como maravilloso, leí que el interior de la isla era un lugar de otra dimensión, “tierras salvajes de otro planeta” llegaban a afirmar. Iluso de mí, busqué información de cómo podría llegar a esas Tierras Altas que tantos elogios aglutinaba en internet, pero de la que poco se sabía. Tras varios días indagando, entendí que a esta misteriosa zona de Islandia solo se podía acceder en verano, el resto del año las carreteras F – F de Fjall que significa montaña en islandés – se encuentran cerradas por hielo y nieve.

En los años sucesivos, a la sugerente pregunta de “¿cuál es tu ranking de sitios del mundo?”, cuestión “number one” al ser descubierto como bloguero de viajes, en mi respuesta nunca incluía a Islandia en ese top 3 o top 5. Aunque el recitado siempre finalizaba con el apunte de “pero me falta el interior de Islandia”. A día de hoy, mi top 3 ha cambiado e Islandia y sus Highlands se encuentran en él.

Cuándo visitar las Highlands y cómo hacerlo (por libre o con agencia)

Al interior de Islandia solo se puede acceder en verano, siendo aconsejable hacerlo en 4×4. Si lo haces en un turismo convencional, las aseguradoras no se hacen cargo de los posibles contratiempos o rescates. Además, no basta con saber conducir, la pericia al volante es necesaria para vadear ríos tan salvajes como las propias Tierras Altas.

La ruta que nosotros hicimos en las Highlands de Islandia se podría llegar a completar por libre, aunque considero que debes tener la experiencia suficiente para hacerlo de forma segura. Nos encontramos a viajeros con turismos que tenían serias dificultades para cruzar los ríos. A la mayoría de ellos, a causa de la fuerza de la corriente, se les había desprendido la matricula o parte del morro delantero. Del mismo modo, por carreteras como la F210 se aconseja un convoy de al menos dos 4×4, requisito inalcanzable si viajamos por libre. 

Nosotros realizamos este viaje con la agencia Amarok Adventures. Es una agencia de dos jóvenes españoles – Alberto y Mónica – que residen en Islandia y se conocen la isla como la palma de su mano. Además de su experiencia al volante en este tipo de caminos, su conocimiento sobre la flora o  las leyendas e historias de Islandia es inagotable. Si quieres guardar un gran recuerdo de tu viaje a las Highlands de Islandia, te animo a viajar con ellos.

Viajar a las Highlands de Islandia

Las Tierras Altas – a unos 400-500 m s.n.m – es una amplia zona del interior de Islandia que ocupa prácticamente la totalidad del país. Esta inhóspita zona de la isla se encuentra deshabitada, ni las ovejas se dejan ver por estos lares. Un enorme desierto volcánico salpicado de cráteres y glaciares, dibujando uno de los paisajes más abrumadores a los que cualquier viajero se haya enfrentado antes.

Puedo afirmar que jamás había sentido una conexión tan real con la naturaleza. En la Highlands, la flora lucha por sobrevivir ante condiciones extremadamente adversas. Y es extraño, pero esta falta de vida hizo sentirme más vivo que nunca,  siendo consciente de lo afortunado que era de poder estar en un lugar similar. Al mismo tiempo que sabes que si alguno de sus salvajes volcanes, sobre los que reposan kilométricos glaciares, entrara en actividad,  la isla quedaría  totalmente anegada.

En nuestro viaje, visitamos una mínima parte de las Tierras Altas, abarcando zonas alrededor del glaciar Mýrdalsjökull, para también adentrarnos hasta el sur del imponente Vatnajökull y terminando en la proximidades de otro glaciar, el Eyjafjallajökull, cuyo volcán homónimo erupcionó en 2010, colapsando el tráfico aéreo de toda Europa. Una aventura fascinante. ¿Comenzamos?

Pulsando en el rectángulo – de arriba a la derecha – para ampliar el mapa, podrás llevártelo directamente a la aplicación de Google Maps.

Llegada a Reikiavik

Reikiavik es el punto de partida de las expediciones y el lugar de encuentro de todos los soñadores aventureros para ultimar detalles de la ruta y del material necesario. La capital de Islandia es una ciudad casi despreciada por el turista, y no porque no merezca la pena, sino por la cantidad de bondades que ofrece el resto de Islandia, provocando que ésta quede relegada a un segundo o tercer plano.

Reikiavik merece una oportunidad. En tan solo un día puedes cogerle el ritmo y comprobar que es una ciudad viva, a pesar de que pudiera parecer lo contrario a causa del clima. Toda una sorpresa. Si entre cafeterías con encanto, sus famosos perritos calientes, paseos entre casitas de colores, museos y noches de desenfreno aún te sobra algo de tiempo, puedes acercarte a ver algunos de los iconos de la ciudad, como son: la iglesia de rito luterano, Hallgrímskirkja; o la famosa escultura del “Viajero del sol”, que imita un barco vikingo, al mismo tiempo que evoca un nuevo mundo de esperanza y libertad.

Pero sigamos despreciándola un poquito más y comencemos con el rock and roll.

Landmannalaugar, y de camino, Sigöldugljúfur

Tocaba adentrarse en las Tierras Altas. Pusimos rumbo a las montañas de colores del área geotérmica de Landmannalaugar, la que es, quizás, la zona más reconocible de las Highlands de Islandia. De hecho fue la primera imagen que me encontré buceando en google en aquel primer viaje del 2012.

De camino a Landmannalaugar llegó la primera maravilla, Sigöldugljúfur, también conocido como el valle de las lágrimas. Un cañón repleto de vegetación por el que se precipitan numerosas caídas de agua, terminando todas ellas en un riachuelo azul turquesa, color que contrasta con el negro volcánico del entorno. Hasta no hace mucho, era una de las pocas joyas ocultas que quedan en la isla. ¡Comenzaba el espectáculo!

Tras otra rápida parada en el impresionante cráter Ljótipollur y su lago, llegamos a Landmannalaugar, localizado en la reserva natural de Fjallabak. Su origen data de 1477, tras una  erupción volcánica. El principal atractivo son las montañas de colores de riolita, verdaderos arcoíris dibujados en la tierra.

Landmannalaugar es uno de los pocos lugares de las Tierras Altas de Islandia al que es factible llegar en vehículo sin tracción a las cuatro ruedas – aunque recuerda que si no se trata de un 4×4, las aseguradoras no cubren incidentes en carreteras F -.

En verano, lo ideal es pasar la noche en el camping de Landmannalaugar, desde donde se pueden hacer múltiples rutas de senderismo. Las más populares son:

• Subida al monte de Brennisteinsalda – 2 horas -.

• Subida al pico de Bláhnjúkur – 1h 30 min -, también conocido como el «Pico Azul». Ésta es la que nosotros completamos, realizando una ruta circular.

Tras el paseo, qué mejor forma de relajarte que con un baño en las aguas termales que encuentras al final de camping. Un final de nota para este día de emociones.

¿Cómo llegar a Landmannalaugar?

Existen varias opciones para llegar a Landmannalaugar, dependiendo desde dónde entres: desde el norte, F26 y F208; desde el oeste, F225; desde el sur, F208.

En verano, también hay autobuses desde Reikiavik todos los días.

Langisjór

Tras amanecer entre una intensa niebla que no permitía ver más allá de unos pocos metros, nos dirigimos a los pies del gigante glaciar de Vatnajökull – el segundo glaciar más grande de Europa -, en concreto, al lago Langisjór – mar largo en islandés -, con  20 kilómetros de largo y solo 2 kilómetros de ancho, y rodeado del paraje más imponente e impactante de cuantos recorrimos, y eso son palabras mayores. Un lago que se oculta entre las montañas de Tungnárfjöll y Fögrufjöll, impidiendo apreciar su majestuosidad con claridad, a menos que lo observes desde la parte alta de alguna de las crestas que lo bordean. De todas las localizaciones que tratamos en el artículo, éste es el que más se adentra en el interior de la isla, tanto que no fue descubierto hasta el siglo XIX.

Aunque el pico de Sveinstindur – 1090 metros –  es el punto desde donde tener la mejor perspectiva del lago y de la multitud de islas que se han formado en su interior, existe una gran variedad de senderos alternativos, opción que escogimos debido a la escasa visibilidad que había desde la cima a causa de la niebla. Una lástima, porque, si el tiempo lo permite, desde Sveinstindur se puede ver un cuarto del territorio de Islandia.

El negro de la tierra, el verde intenso del musgo, las diferentes plantas que luchan por sobrevivir en territorio hostil y el azul del lago forman un paisaje difícil de igualar.

¿Cómo llegar a Langisjór?

Desde la carretera F208 debes conectar con la F235 para llegar a Langisjór.

Glaciar Mýrdalsjökull

Desde Langisjór bajamos hasta la costa sur, en Vik, y tras hacernos con provisiones y pasear por sus playas de arena negra, regresamos al interior, hasta alcanzar la cara sur del glaciar Mýrdalsjökull. La idea de llegar hasta allí fue realizar alguno de los numerosos trekkings disponibles que nos permitiese disfrutar de cerca de semejante espectáculo: observar un glaciar, una sensación difícil de expresar con palabras.

Bajo el glaciar Mýrdalsjökull se encuentra el volcán Katla, uno de los más activos de Islandia. Los datos indican que históricamente ha entrado en erupción dos veces por siglo, siendo la última vez en 1918. Esto significa que lleva décadas de retraso, lo que supone cierta preocupación sobre las consecuencias que se originarían si lo hiciese. Lo único seguro es que la isla tendría que ser evacuada por completo.

Desierto de Maelifellsandur y el volcán verde de Maelifell. Terminando en el lago de Álftavatn

El objetivo de esta jornada fue bordear el glaciar de sur a norte por la cara este, hasta el lago de Álftavatn, conocido como el lago de los cisnes. Lo que desconocíamos era que nos esperaba un trayecto apasionante.

Tras varios días en las Tierras Altas pensé que pocas localizaciones llamarían ya mi atención en lo que restaba del viaje. Qué equivocado estaba, el camino hasta Álftavatn nos tenía deparado varios prodigios de la naturaleza.

Comenzamos con lo más “light” de todo el recorrido, la cascada de Axlafoss. Una cascada que si fuera colocada en cualquier otro país, sería uno de los principales atractivos del mismo. Pero claro, justo después nos esperaba el desierto negro de Maelifellsandur y su cónico volcán verde, el Maelifell, ¡sin palabras!

Maelifell es un volcán de 791 metros que apareció al retirarse el glaciar Mýrdalsjökull. Este punto ofrece una vista que define a la perfección lo que es Islandia: volcán verde de Maelifell, glaciar de Mýrdalsjökull y desierto negro de Maelifellsandur. Se me erizan los pelos al recordarlo.

Tras el Maelifell realizamos un pequeño trekking rodeados de musgo fluorescente – en Islandia hay 800 tipos de musgo, la mayoría de ellos protegidos. Procura no pisarlo -. Anduvimos hasta uno de esos lugares que brillan con luz propia, pero que si los repites muchas veces, dejan de brillar. Así que, me vais a permitir que mantenga el secreto a los chicos de Amarok – agencia con la que realizamos el viaje – para que este lugar siga manteniendo ese brillo y autenticidad.

Volvimos a los jeep con una sonrisa de oreja a oreja y tratando de asimilar lo vivido. Para terminar el día, montamos la tienda a orillas del lago Álftavatn, con un cielo rojizo sobre nuestras cabezas, un atardecer interminable que puso la guinda perfecta al día vivido.

¿Cómo llegar al Maelifell y el lago de Álftavatn?

Desde Vik continuar hacia el este y tomar la carretera F210.

Trekking por el desierto negro desde Álftavatn a Emstrur

En la penúltima jornada recorrimos 16 km desde Álftavatn a Emstrur. Un itinerario que coincide con la tercera etapa de uno de los trekkings más bellos del mundo, el trekking de Laugavegur, una travesía de 55 kilómetros en total desde Landmannalaugar a Þórsmörk – 4 días -. Al ser una ruta muy demandada en los meses de verano, se aconseja reservar los refugios con antelación, aunque es posible llevar tu propia tienda – no está permitida la acampada libre -.

Fueron 16 kilómetros de belleza absoluta por el desierto negro de Maelifellsandur. Vadeo de ríos que tratan de demostrarte la fuerza del interior y pasillos de flores árticas que marcan el camino hasta el siguiente refugio de Emstrur es lo que te espera en la atípica caminata de esta jornada. Un paseo poco exigente con dos volcanes como puntos de referencia, el volcán de cono verde de Stórasúla; y el volcán Hattafell.

Cañón de Markarfljótsgljúfur y regreso por el glaciar Eyjafjallajökull hasta Hvolsvöllur

Tras desmontar la tienda, acércate al cañón de Markarfljótsgljúfur – se encuentra muy próximo al refugio -. Un desfiladero con más de 200 metros que cierra unas jornadas de senderismo idílicas.

Abandonamos las Highlands de Islandia para pasar la última noche en la localidad de Hvolsvöllur, donde se encuentra el museo Lava Center, encargado de cerrar el círculo del viaje y de dar sentido a todo lo vivido durante la última semana. ¡No te lo pierdas!

Dónde dormir en las Tierras Altas de Islandia

En las Tierras Altas de Islandia existen algunos refugios donde poder pernoctar, así como zonas de acampada permitida – recuerda que la acampada libre está prohibida –.

A continuación enumero los lugares donde nos quedamos:

• Kex Hostel en Reikiavik
• Camping de Landmannalaugar
• Camping de Langisjór
• Camping de Álftavatn
• Camping de Emstrur
• Midgard Base Camp

Material necesario. Qué llevar

Al mes siguiente de este viaje, emprendí una de las mayores aventuras de mi vida: realizar el trekking al campo base del Everest. A aquel viaje llevé prácticamente el mismo material y ropa que a las Highlands de Islandia. Si necesitas ayuda para hacer la mochila, pásate  por el artículo sobre «Qué llevar en la mochila para un trekking en Nepal«.

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