Contrastes de Nueva York

Nueva York es la ciudad de la Estatua de la Libertad, símbolo de paz, derechos humanos y, por supuesto, libertad. También es el faro que guiaba a los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos para cumplir el sueño americano. Una masiva llegada que ha hecho de Nueva York una de las ciudades más multiculturales del planeta, convirtiéndose así en la ciudad de los contrastes. Contrastes muy marcados, y no solo entre los diferentes distritos – boroughs – sino que también entre barrios colindantes, como es el caso de Harlem y la parte alta de Manhattan – junto a El Bronx y Williamsburg, Harlem es uno de los puntos fuertes del tour de contrastes de Nueva York –.

El tour de contrastes de Nueva York es una forma ideal de poder constatar de primera mano cómo de diferente puede ser el destino de dos personas de una misma ciudad que han nacido o crecido en distritos o barrios opuestos. Y no nos engañemos, para los más asustadizos, es una manera segura de adentrarse en el temido Bronx.

Durante las 5 horas que dura el tour, realizas un pequeño recorrido por Manhattan – Harlem – , Bronx, Queens y Brooklyn – Williamsburg –, cuatro de los cinco distritos que conforman la ciudad de Nueva York. Y donde conviven: judíos ultraortodoxos, afroamericanos, hombres de traje y maletín, latinos, la comunidad china… y donde pasas de lujosos rascacielos, o mansiones, a casas bajas identificadas con una placa que alerta de que se trata de una vivienda vigilada por la policía. ¿Comenzamos?

Tour de Contrastes de Nueva York

Manhattan

Tras recogernos en el Hotel Pennsylvania, pusimos rumbo a Harlem. Durante el trayecto, el conductor nos contó anécdotas acerca de los inicios de Nueva York: el porqué del nombre de Manhattan, cómo los holandeses compraron la isla a los indios lenape por bienes valorados en 24$… o las posibles razones de que haya tantas personas sin techo; también descubrimos que el nombre del barrio Hell’s Kitchen – la cocina del infierno – se debe a que en él se cocinaban negocios turbios, siendo uno de los puntos calientes de la prostitución en Nueva York. Y, por supuesto, alucinamos con algunos de los murales que llevan la firma del conocido artista Kobra.

Hasta Harlem no realizamos ninguna parada, aunque la historias y anécdotas no cesaron a medida que atravesábamos los barrios situados al sur de Central Park.

Harlem

En realidad, el leitmotiv de la visita a Manhattan es el barrio afroamericano de Harlem, al norte de Central Park. Fue declarado Patrimonio Cultural por los Estados Unidos en 1997.

Harlem ha tenido varias caras, pasó de ser uno de los barrios más pudientes de Manhattan a uno de los más conflictivos, allá por los 80´s. A día de hoy se puede pasear y recorrer sin ningún miedo.

En Harlem, surgen nuevas historias y anécdotas. Aparecen en escena nombres como Malcon X o Martin Luther King. Nos detenemos en emblemas como el Teatro Apollo o el Cotton Club. Conocemos lugares como los proyectos de Nueva York, donde el gobierno suministra vivienda, agua, luz y comida a aquellas personas con salarios por debajo 250 dólares a la semana – o 13.000 al año –. También cruzamos la zona conocida como Spanish Harlem, habitado por puertorriqueños. Y por supuesto, llegamos a la zona de casas típicas que tantas veces habrás visto en la pantalla, llamadas Brownstones. En la parte baja de estas viviendas solía vivir el personal de servicio, y en la parte alta los adinerados propietarios.

El Bronx

Tras Harlem nos dirigimos a la cuna del Hip Hop, El Bronx. Separado de Manhattan por el río Harlem. Se puede decir que, de los cinco boroughs, este es el más pobre.

A priori, es el distrito más anhelado de la visita, pero, como veremos más adelante, aún aguardaban emociones fuertes. Para todos aquellos que no os atreváis a visitarlo por libre, este tour de contrastes es una forma segura y cómoda de hacerlo. Porque, aunque El Bronx ya no es el barrio temible de los 80´s y 90´s, sigue manteniendo zonas prohibitivas para los turistas, como es el caso de Hunts Point, al sur del distrito.

Carteles donde se puede leer «paren de disparar y comiencen a vivir» nos alertan de que no nos encontramos en cualquier lugar, esto es El Bronx. La razón de este cartel es que, tras esa puerta, existe una organización encargada de suministrar víveres y ropa a todo aquel que entrega un arma.

Lo que tampoco pasa desapercibido son los nombres que aparecen pintados en cada pared o columna que sujeta las vías del metro elevado. Nombres propios que recuerdan quién es el jefe de la sección en la que te encuentras.

Algunos de los puntos más importantes que se visitan en el tour de contrastes son – en orden cronológico –:

• Estadio de los Yankees

Mítico estadio que alberga al histórico equipo de baseball de los Yankees.

• Comisaría Fuerte Apache

Se hizo popular tras la película estrenada en 1982 y protagonizada por Paul Newman, Fort Apache, The Bronx. Un film que retrataba la cruda realidad que se vivía en El Bronx de la época.

• Mural de la escuela «The Eagle School»

En él aparecen Obama; Sonia Sotomayor, una de las juezas del Tribunal Supremo, y Colin Powell, ex-secretario de Estado, ambos nacidos en este barrio. Y por último, Martin Luther King Jr, de gran importancia para la comunidad afroamericana.

• Mural del rapero Big Pun

Puertorriqueño de gran importancia en la escena underground de El Bronx. Se hizo un hueco en el mundo del Hip Hop cuando este género era dominado por la cultura afroamericana.

• Mural «Yo amo El Bronx»

El mural más conocido del distrito.

• Mamadou Diallo

Otro de los puntos de interés que recorres con este tour de contrastes de Nueva York es el lugar donde fue asesinado Mamadou Diallo, y el mural que le recuerda. Uno de los tantos casos considerados como asesinatos racistas a manos de la policía de Estados Unidos. Aún se aprecian marcas de los más de 41 disparos que le propinaron… supuestamente por error.

En las puertas de algunas casas se puede leer: «Operation clean halls», lo que quiere decir que se tratan de viviendas bajo vigilancia, y, por lo tanto, la policía puede acceder a su interior en cualquier momento sin preaviso ni orden judicial. Ninguna persona ajena al núcleo familiar puede encontrarse en su interior, de lo contrario será arrestada.

Las placas «Operation clean halls» forman parte de las polémicas medidas adoptadas por el ex alcalde Rudolph Giuliani en los años 90. Leyes «Tolerancia Cero» que tenían el propósito de intentar cambiar la cara a la ciudad. La mano dura de Rudolph Giuliani acabó con la Cosa Nostra, organización mafiosa que se asentaba en la ciudad de Nueva York.

Queens

Y de El Bronx pasamos a Queens, nombre en honor a la reina Catalina Enriqueta de Braganza, esposa de Carlos II.

Es el borough más grande de los cinco y el segundo más habitado. También es el de mayor multiculturalidad. En Queens se hablan más de 240 lenguas y dialectos.

La primera parada en Queens, tras el borough más pobre, El Bronx, es el barrio de Malba, considerado uno de los barrios más lujosos de Nueva York. ¡Te dijimos que verías contrastes!

Si decides pasear por el barrio, es posible que los vecinos avisen a la policía, ver a extraños en los alrededores de sus mansiones no es de su agrado. Las viviendas de este barrio rondan entre 2 y 7 millones de dólares.

Tras una pequeña vuelta por el barrio, la siguiente parada es el otro gran estadio de la ciudad de Nueva York, el estadio de los Mets, justo antes de llegar al parque Flushing Meadows-Corona Park, donde se encuentra el Unisphere, escenario de la película «Men In Black».

 

De camino al último borough, Brooklyn, nos impresionó la estampa del cementerio del Calvario, más de 2 millones de lápidas que miran hacia una de las mejores vistas de Manhattan. Este cementerio fue la localización de la famosa escena del funeral de Vito Corleone en la película de «El Padrino».

 

La última parada de Queens la realizamos en Gantry Plaza State Park, uno de los mejores puntos para ver caer el sol sobre los rascacielos de Manhattan.

Brooklyn

El tour finalizó en Brooklyn – también existe la posibilidad de acabar en Manhattan – . Distrito donde se encuentra el barrio de Williamsburg, barrio que se divide en dos: al norte, el territorio de los judíos ultraortodoxos, y, al sur, la zona de los modernos con aspecto hipster. Pero como hemos venido a buscar contrastes, nos quedamos mejor en la zona norte ¿verdad?.

Williamsburg

Para mí, Williamsburg fue la visita estrella del tour de contrastes de Nueva York.

En Williamsburg viven 220.000 judíos ultraortodoxos, devotos con costumbres muy especiales.

Sabíamos que nos encontraríamos a hombres vestidos de negro con tirabuzones asomando por debajo de su sombrero – kova -, pero tengo que reconocer que la escena nos pareció llamativa cuanto menos. Viviendo en una ciudad multicultural como Madrid, y acostumbrado a otras como Londres o París, quizás, no me debería haber impactado tanto, pero admito que ver a todas las mujeres vestidas iguales, con peluca, en parejas de dos y llevando un carro de bebe; sumado a los ya esperados hombres de negro, con tirabuzones y un teléfono de tapa pegado a la oreja, llamó nuestra atención, tanto que tuvimos que volver días más tarde para ver si aquello era real o parte de un rodaje esporádico de la serie “El Cuento de la Criada”. Perdón por el símil, pero fue inevitable la comparación.

Lo cierto es que, era una paradoja sentirme observado cuando en realidad era yo el que no quitaba ojo a todo lo que me rodeaba. Me encontraba inmerso en una realidad que parecía una ficción ambientada en los inicios del siglo XX.

El eje principal del barrio es Lee av. y sus calles colindantes. Durante la parada, además de sentirte fuera de lugar, puedes aprovechar para comprar uno de sus deliciosos panes judíos.

Cuando el shock inicial menguó, junto al guía aprendí muchos datos de esta corriente ultraortodoxa del judaísmo que desconocía.

• Las mujeres, al casarse, deben raparse la cabeza y usar peluca. El pelo es la parte más sensual para ellos, y ningún otro hombre puede verles el cabello.

• La prominente barba de los hombres es un indicativo de su estado civil – casados -.

• No es muy frecuente ver el sombrero característico de los judíos, el kipá, aquí se usa el kova, que curiosamente es importado desde Sevilla – sí, has leído bien, Sevilla –. También puedes encontrarte personas que parecen llevar un trozo de césped en la cabeza, a este sombrero de piel tan «discreto» se le conoce con el nombre de Shtreimel.

• Los niños tienen que someterse al ritual de la circuncisión, de los contrario no se les puede otorgar un nombre.

• Tienen prohibido el acceso a internet, es por ello que en las farolas encuentran noticieros donde poder informarse.

• El hombre es el encargado de trabajar y la mujer de procrear. Cada familia tiene una media de 5 hijos.

Paseando te percatarás de que todo se encuentra en hebreo: carteles, autobuses… Ah, y no dejes de fijarte en los balcones, verás que muchos de ellos están ocultos. La razón es el rito Sucot. Viven en el balcón durante 7 días para rememorar las penurias que padecieron sus antepasados al deambular por el desierto.

Si te has quedado con ganas de saber más acerca de los judíos ultraortodoxos, te recomendamos un documental – a día de hoy lo puedes encontrar en Netflix -, «One of us».

 

Pusimos rumbo de nuevo al futuro a Manhattan, con el regustillo en los labios de que Williamsburg había sido un final apoteósico, inmejorable para un tour de contrastes de Nueva York.

Ojalá que los contrastes en religiones, culturas o formas de entender la vida no fueran nunca motivo de conflicto, aunque me temo que aún hay mucho camino por recorrer.

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