Viaje a Laponia noruega – Ruta y consejos

Estás leyendo la primera línea y ya sientes el frío lapón… pues abrígate porque vamos a realizar un viaje a Laponia, territorio situado por encima del Círculo Polar Ártico; y que es la casa de los sami y el hogar de Papa Noel – aunque este está en la parte finlandesa-. A la Laponia se la reparten cuatro países: Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia, pero nosotros nos vamos a centrar en Laponia noruega – Noruega Ártica -, y en concreto en la región de Finnmark.

Si estás pensando en ir a Laponia, estoy seguro que buscas alguna de estas tres cosas: auroras boreales, deportes de invierno o tu regalo de Navidad anticipado. Tranquilo que, excepto el regalo de Santa Claus, en este artículo vas a encontrar todo eso que buscas.

Qué es Laponia y el pueblo sami

Laponia – también llamada Sápmi – es una región etnogeográfica que engloba los pueblos autóctonos de la zona septentrional de Noruega, Suecia y Finlandia, así como de la Península de Kola, en Rusia.  Una región, Laponia, en la que vive la etnia sami, también conocidos como lapones, aunque este último gentilicio no es de su agrado – la razón es que  la palabra “lapp”  hace referencia a un montón de ropa vieja, por lo que la palabra derivada “lapón” es aquel que viste de manera descuidada – La mayor población sami se encuentra en Noruega con cerca de 40.000 miembros.

Antes de las delimitación geográfica entre los países nórdicos, los habitantes de Laponia hablaban un idioma común, pero con el paso del tiempo cada zona  ha ido modificándolo. A día de hoy difícilmente pueden comunicarse entre samis de diferentes países. Del mismo modo, históricamente los samis han practicado una vida nómada, cuidado de su rebaño de renos y vivido en cabañas – Lavvus – Hoy, las circunstancias y las exigencias legislativas les han obligado a asentarse y a llevar una vida sedentaria, aunque su economía sigue basándose en el pastoreo de renos – y el turismo, claro -. Tras muchos años de represión y discriminación hacia esta etnia, en 1989 se fundó el Parlamento Sami Noruego, con el propósito de luchar por sus derechos ante el gobierno de este país.

Cómo llegar a Laponia

Nuestro viaje a Laponia comenzó en Oslo, una de las ciudades más modernas de Europa. Tras un día recorriendo la ciudad, pusimos rumbo a Alta, la ciudad más grande de Finnmark, en un vuelo de apenas 2 horas. Te animo a que disfrutes el paisaje que se contempla desde el avión, porque difícilmente vas a volver a vivir un vuelo similar. Montañas, nieve, lagos helados, más montañas, más nieve y.. más nieve… me fue imposible despegar la nariz de la ventanilla.

Cómo moverte por Laponia

Una vez que aterrizamos en el aeropuerto de Alta, alquilamos un coche para recorrer la región de Finnmark. No temas, las carreteras se mantienen limpias, y, gracias a las ruedas de invierno – con clavos – que todo vehículo está obligado a llevar, conducir es un juego de niños. Además, los que nos conocéis sabéis que es nuestra manera preferida de conocer los países y de viajar a nuestro aire.

 

Cuándo ir a Laponia

Cuando os hablábamos de las islas Lofoten, o a la isla de Senja, os recomendábamos viajar a ellas en dos épocas diferenciadas: invierno y verano – entendiendo por invierno también el otoño y la primavera -. En Laponia, nuestra opinión es distinta. A diferencia que en Lofoten, la región de Finnmark – zona en la que nos centramos en este artículo – gana en interés y belleza cuando la nieve está aún presente. Pero es simplemente nuestra opinión, porque lo cierto es que los meses estivales se puede cumplir el deseo de ver el sol de medianoche, así como de poder disfrutar de senderos y actividades que en los meses fríos desaparecen.

Pero, a nivel personal, si tuviéramos que elegir una sola estación, esta sería primavera – y si tuviéramos que elegir un mes, sería marzo – . El mes de marzo aún conserva la nieve caída durante el invierno, se pueden realizar todos los deportes de invierno que siempre has deseado realizar y el tiempo es más benévolo, con todo lo que ello conlleva, entre otras cosas poder disponer de cielos despejados para bailar al son de la aurora boreal. Si quieres saber más consejos para ver y fotografiar auroras boreales, puedes pasarte por este tutorial.

Qué ver en un viaje a Laponia noruega – Ruta

Seguro que siempre que has escuchado hablar de Noruega Ártica han aparecido nombres como las islas Lofoten – de las que ya escribimos esta extensa guía -, Tromsø – de la que también te hablamos -, o incluso la remota isla de Svalbard – en la cual estuvo nuestro amigo Dani de Un Viaje Creativo -, pero Noruega esconde la provincia más septentrional del continente europeo – si no consideramos a Svalbard una provincia -, con Cabo Norte como icono para muchos aventureros… pero en nuestro viaje a Laponia no llegamos tan arriba, nos quedamos en un triangulo formado por Alta, Kautokeino y Karasjok, estas dos últimas son las principales ciudades sami de Noruega.

 

Kautokeino

Nada más aterrizar en Alta, nos desplazamos a Kautokeino en un viaje de apenas 2 horas. Podéis haceros una idea del cuadro de trazos blancos que había dibujado en cada una de nuestras ventanillas. Fue imposible no querer parar en cada lago helado, en cada pueblo, en cada zona arbolada de un blanco impoluto – lo arboles escasean por estas tierras, de ahí también la emoción, quizá –.

El principal motivo de llegar hasta Kautokeino es el deseo de conocer la cultura sami. En Kautokeino es donde mejor se representa y conserva su forma de vida y tradiciones, no en vano es la capital cultural de Laponia.

En Kautokenio existe una gran población de renos, unos 100.000, siendo el pastoreo el sustento de la mayoría de sus habitantes. A las paradas en el arcén descritas más arriba, habría que añadir las ocasionadas por las manadas de renos que nos encontrábamos de forma constante, y a las cuales era obligado fotografiar. ¡Pero qué belleza!

Una vez asentados en nuestro alojamiento, y antes de que dos amables y apuestos sami pasaran a recogernos, visitamos la joyería Juhls Silver Gallery, una galería donde poder encontrar artesanía sami en plata. Tras esta interesante visita, llegó el momento de dirigirnos al poblado sami. El viaje hasta el campamento de lavvus fue de lo más divertido, subidos en un trineo y arrastrados por una moto de nieve, manejada por samis ataviados con el traje tradicional. Tras adentrarnos nieve a través llegamos a un área presidida por dos lavvus – cabañas sami –  y varios renos cercados por una valla. Todo un campamento lleno de actividades para comprender mejor cómo es la vida de este pueblo: tiro con lazo, cantos yoik – canción tadicional sami – y también existe la posibilidad de dejarte arrastrar por renos en un trineo a modo de carrera de competición, «juego» que no realicé al no estar de acuerdo con ninguna diversión que implique el uso de animales.

El mejor momento fue la charla que tuvimos durante la cena, la cual fue cocinada y tomada alrededor del fuego; fuego que se encontraba encendido dentro del lavvu. Fue interesante conocer un poco más acerca de esta cultura, tan desconocida para nosotros.

Esta experiencia sami es uno de los clásicos a realizar en tu viaje a Laponia noruega. Fue posible gracias a Sokki Adventure.

Un buen momento para venir a Kautokeino es en Semana Santa, cuando se celebra el Festival Sami de la Pascua. Una fiesta que da la bienvenida al sol y despide las frías noches de invierno. Conciertos de Yoik, carreras de reno, teatro, carreras de motos de nieve, festival de cine, competiciones de pesca en hielo… y un largo etcétera de ocio y diversión es lo que acontece durante esos días.

¿Qué más puedes encontrar  Kautokeino? El Teatro Sami Beaivváš, el único teatro noruego con la lengua sami como idioma principal. Este teatro juega un papel importante en dar visibilidad a la historia y cultura lapona. También se encuentran otras instituciones culturales como la Universidad Sami, la escuela de pastoreo de renos, Sami High School y el Instituto Nórdico Sami, encargado de realizar estudios sobre la lengua y la cultura.

Karasjok

Si Kautokeino es la capital cultural de Laponia, Karasjok se puede decir que es el centro administrativo. Aquí se encuentra el Parlamento Sami, un edificio moderno en el que la estructura simula a una tienda sami. La creación del parlamento produjo un cambio en la conservación y lucha por los derechos del pueblo sami, una minoría étnica que ocupa un territorio extenso, hecho que parece molestar desde hace años a los gobiernos de los cuatro países en los que se encuentran.

Se puede realizar una visita guiada al parlamento y conocer su amplia y coqueta librería. Además del parlamento, en Karasjok se encuentran otras instituciones sami como el Museo Nacional de la Cultura Sami, NRK Sápmi Radio – radio-televisión sami -, la Biblioteca Nacional Sami y el Centro Cultural Sami, entre otros.

Además de realizar agradables paseos por la pequeña ciudad, en Karasjok se pueden practicar múltiples actividades de invierno. Nosotros nos decantamos por dos de ellas: pasar el día realizando una ruta con raquetas de nieve y pesca en hielo, esta última mientras degustábamos una comida sami alrededor del fuego. Fue una jornada realmente divertida, en especial la pesca en hielo, inusual en latitudes más bajas. Realizar tu propio agujero e introducir aquella pequeña caña de pescar, que más bien parece un yoyó, sabiendo que nunca picará pez alguno, es uno de los imprescindibles que tienes que hacer en tu viaje a Laponia noruega.

La actividad la realizamos con la agencia Turgleder.

Alta

Desde Karasjok pusimos rumbo hasta el último destino de nuestro viaje por Laponia noruega, Alta, la puerta de entrada a la región sami en Noruega, y una de las ciudades más importantes de Finnmark. Optamos por la variante del norte, atravesando el fiordo de Porsangen, el cual se encuentra congelado en invierno y ofrece un paisaje inusual.

Alta es una ciudad más grande que las anteriores, con mayor oferta cultural y de ocio. Los principales atractivos que realizamos en la ciudad fueron visitar su peculiar y original catedral, llamada La Catedral de la Aurora Boreal, con una forma similar a la que presentan las luces del norte en el cielo ártico. Revestida en titanio y terminada en 2013, se convirtió en la catedral situada más al norte de Europa.

Una de las actividades que puedes realizar por libre en la ciudad es una pequeña ruta hasta el punto más alto de Alta, la montaña de Komsa – montaña con un significado espiritual para el pueblo sami -, con unas vistas inmejorables de la ciudad, de las montañas que la rodean y del fiordo de Alta – Altafjord – que se pierde en el océano Ártico. Desde el centro de Alta se tarda 1 hora en alcanzar la cima. No tiene perdida, tan solo hay que guiarse por la antena que se aloja en su cima.

Te dejo las coordenadas del parking donde dejamos el coche. Una vez estés allí es sencillo, todo para arriba 🙂 69°58’45.5″N 23°17’05.3″E

Durante los meses de verano, cuando la nieve ya se ha retirado por completo, puedes visitar las tallas en la roca de Hjemmeluft – Museo de Arte Rupestre -. Muestran grabados y escenas de caza y pesca que datan entre los años 4000 A.C. y 500 A.C.. Catalogada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, es una prueba clara de actividad humana por estas  remotas tierras del norte en tiempos prehistóricos. Las pinturas rupestres fueron descubiertas en 1973, aunque el museo se abrió en 1991. El museo está abierto todo el año, pero las pinturas rupestres solo se pueden ver en verano.

Pero como dijimos al principio, a Laponia se viene a realizar actividades de invierno, y en Alta no iba a ser menos. Aquí practicamos dos de los deportes más divertidos, snowbike, con la empresa Glød Explorer y moto de nieve, con Norseman Trail.

Cuando nos dijeron que íbamos a realizar una ruta en bici, y comprobé que el terreno era una capa de hielo donde costaba mantener el equilibrio, fue inevitable no pensar en viajes pasados como el de Eslovenia, donde un desafortunado accidente casi arruina mi estancia allí.

Pero lo tenía claro, “hemos venido a jugar”. Y qué gran acierto, porque fue una ruta divertida, y rodeados de un paisaje único. A este tipo de bicicleta les llaman fat bike – bicis gordas – por el grosor de sus ruedas que hacen que puedas rodar sobre cualquier superficie por muy resbaladiza que sea. La tarde a dos ruedas terminó con una merienda al fuego y un atardecer ártico. ¡Espectacular! Aunque la cosa no acabó ahí con Glød Explorer, más tarde asistimos al baile…

Desconocíamos que como guinda a este gran viaje a Laponia íbamos a disfrutar de la actividad que más he gozado en mis 36 años. 6 horas sobre una moto de nieve que resultó más sencilla de manejar de lo que parecía en un principio. La sensación de libertad y de paz que sentí es indescriptible. Yo, allí, solo, y a mi alrededor simplemente nieve. No temas y pruébalo, te aseguro que te fascinará.

Y Alta fue el último punto de una ruta por Laponia que siempre había ansiado realizar y a la que fui sin Irene, lo que significa que volveré a realizar este viaje a Laponia, pero esta vez al completo 🙂

Dónde dormir en Laponia

• Thon Hotel Kautokeino  En Kautokeino nos alojamos una noche en este magnifico hotel. El jacuzzi al aire libre, la sauna y su variado desayuno son algunos de los puntos a su favor para decantarte por él.

• Scandic Karasjok  Muy bien situado y con un restaurante excelente. Pero si tuviera que destacar algo sería ¡la sauna!

• Thon Hotel Alta Habitaciones amplias y limpias, con una ubicación inmejorable, justo al lado de la catedral. El desayuno completísimo.

• Sorrisniva Igloo Hotel Este hotel se encuentra cerca de Alta. Es un buen capricho para aquellos que desean experimentar lo que se siente al dormir en un hotel de hielo. Hace unas semanas escribimos un artículo sobre esta obra de arte en hielo.

 

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